Fotografías de premamá en Malaga, Córdoba, Granada y Marbella.
Como fotografo Malaga siempre me ha encantado la fotografía. Básicamente por dos motivos: por un lado me seduce la fuerza que tiene una imagen, la potencia emocional que conlleva el poder detener un momento en el tiempo. Un milisegundo que no se repetirá jamás y que puedes observar, analizar hasta el mínimo detalle y volver a repetir mil veces, eso es magia.
Por otro lado me fascina la vertiente artística de la fotografía. Como, jugando con la sombra y la luz, con la perspectiva o el enfoque, ayudas a darle un sentido a la imagen. Me encanta observar cómo surge la belleza de la combinación exacta de elementos apropiados, algo común al resto de las artes.
Quizás estas dos cualidades sean las que resumen mi fotografía, o al menos eso es lo que intento. De lo que estoy seguro es de que soy fotgrafo Malaga gracias a lo mucho que disfruto buscando el equilibrio entre ambas, fondo y forma. Y sin embargo esta profesión me tenía guardada una sorpresa aún mayor de la que yo no era consciente: las personas.
Fotografo Malaga – Reportajes fotográficos de premamá
¿Cuándo buscamos un fotografo Malaga? La respuesta parece evidente, cuando queremos inmortalizar un momento. Es en los momentos álgidos de la vida de las personas cuando yo me acerco a ellos. Cuando sienten que hay algo que necesita ser recordado para la posteridad, ahí me avisan y me dejan compartirlo con ellos.
Esto es brutal, y es lo que sucede con las fotos de premamá. Cada vez que una pareja me avisa para unas fotos de premamá sé que me los voy a encontrar en la cumbre de su relación. Todo el amor que se profesan va a tomar forma en un nuevo ser humano. Se miran de una manera especial, se hablan, se tocan de una manera especial. Conscientes de su situación tratan de apoyarse mutuamente aparentando serenidad mientras son inundados por un mar de sentimientos. Responsabilidad, ilusión y nervios que inevitablemente van unidos a este proceso.
La vida se abre camino en ellos, una fuerza salvaje transforma el cuerpo de ella en un proceso incómodo y agotador. A veces, pero soportable gracias al premio final. La barriga, prominente y voluptuosa anuncia la inminente llegada de su descendencia, de la mezcla genética perfecta y equilibrada de ambos. De su hijo.
Y aun así no son conscientes de lo que les espera. A estas alturas de la vida y van a experimentar un mundo nuevo lleno de nuevas sensaciones. Van a descubrir una nueva forma de amar sin límites ni condiciones. Una nueva forma de sufrir por otra persona que empequeñece el sufrimiento propio, van a ser conscientes de la innata naturaleza animal que todos llevamos dentro.
Y yo, pequeñito, observo todo esto en silencio detrás del visor de mi cámara.